Licenciada en Musicoterapia y Profesora de Canto. El arte forma parte de mi vida desde que soy muy chica: comencé a estudiar canto desde que tenía 13 años y aún me sigo formando en la técnica. Además de dar clases, la Musicoterapia me enseñó a utilizar la música como herramienta terapéutica. Trabajo con pacientes que padecen discapacidades motoras o con diferentes trastornos del espectro autista (TEA). Allí utilizo a la música como terapia y puente de comunicación. Disfruto mucho de poder trabajar de esto que tanto amo, y poder ofrecer un espacio de disfrute y aprendizaje, con algo tan íntimo y especial como lo es la voz.